martes, 12 de octubre de 2010

El libro ya se debate entre la industria tecnologica y la editorial

La invención del libro es como la de la rueda o la cuchara, perfecta, no se puede mejorar”. Así, parafraseando a Umberto Eco, Gottfierd Honnefelder –presidente de la Asociación Alemana de Editores y Libreros– arrancó su discurso de apertura en la Feria de Frankfurt. Una feria que desde la señalética y cartelería publicitaria contradice a Eco. Se le opone desde el marketing, con un espacio publicitario enorme dedicado al Frankfurt Sparks, el lugar para pensar el futuro de la industria editorial, que no es el de la cuchara. De esta manera, el mayor encuentro para la compraventa de derechos de autor, hace pie en la producción de contenidos y en el cruce de plataformas y formatos que ya se vive en los medios.

Otro negocio.

Un experimentado editor que lleva casi 40 años viniendo a Frankfurt emparenta este cambio con la llegada de los agentes literarios, con las charlas de catálogo que reemplazaron hace rato a las puramente literarias de los años 70. Los cócteles se vuelven cada vez más aburridos, aunque ahora se puede hablar de chiches nuevos casi todos los días. El omnipresente iPad y su rival de Amazon, el Kindle, tienen sólo en los pasillos de esta feria más de 25 dispositivos que les hacen competencia. De los tamaños y precios que se busque. Un lápiz gigante que lee en audio partituras, textos e imagenes. Una compañía que, por si no fuera suficiente con el cine y la tevé, ahora presenta sus libros en 3D (¡libros que llevan una cámara y una pantalla adosada!) y una batería de ofertas infantiles, como el “ebookincolor”, que una firma taiwanesa ofrece a los chicos amantes de los cuentos. Es para chicos de 3 a 8 años.



Con todo, la iniciativa Sparks habla más del futuro que del presente. Los números son claros. Según Juerguen Boos, el director de la feria, aquí hay 1900 stands, sobre 7000, que tienen algún producto tecnológico. Pero el mercado es muy pequeño. “Esperamos que el año que viene supere el 6 por ciento”, dice Caroline Vogel, quien con su escasamente literario título de project manager tiene la misión de guiar una visita de dos horas a través de los stands con gadgets, dispositivos móviles y compañías de software que se entremezclan con las editoriales en kilómetros y kilómetros de pasillos atestados de gente que viene a hacer negocios y no a comprar libros para leer. Una de las ofertas más recurrentes se relaciona con el iPad. Compañías de todo tipo y tamaño ofrecen a las editoriales aplicaciones, soporte técnico y hasta alojamiento en sus servidores para vender sus productos. Ipublish, una de las grandes, permite tener la cantidad de títulos que uno quiera, en el formato que sea y la plataforma que se elija, por un costo de 5 dólares mensuales por título.



Una alternativa o un socio para los nuevos medios de distribución electrónica, Apple Store, Android Market, Amazon, Barnes & Noble, Adobe, Google Edition...

Miguel Sobek, un desarrollador argentino que presentó en Frankfurt la versión digital del best seller El Gran Libro del Dragón , a la venta en todo el mundo en 5 idiomas a través del App Store de Apple, dice que los editores deben entender que todo cambiará muy rápido. “Los que se esfuercen e inviertan para reinventar el libro, den herramientas novedosas a los autores y usen inteligentemente las nuevas formas sociales de difusión, tendrán un lugar privilegiado”, sostiene Sobek. Y hacia eso apunta el Sparks, a que la industria editorial y la tecnológica puedan juntarse. Pero ese es un camino espinoso para algunos. Y lo dejó claro el titular de los editores alemanes. “Sería un escándalo que todo el saber del mundo quedara en manos de una empresa, que podría abrir y cerrar esa puerta del saber cuando quisiera”, dijo haciendo referencia a Google.



Pero claro, Google también está aquí, con un gran stand en la feria. Y por cierto, sus técnicos y especialistas tienen casi tantas citas como los editores y agentes literarios. Y dicen haber logrado 10 mil socios editoriales fuera de los Estados Unidos. Simon Morrison, al frente de la delegación que vino a Alemania, avisa que pronto saldrá el Google Edition y muestra que ellos están aquí trabajando con editores que se acercan a Google. El tema legal va por otro lado. Es obvio que todo cambia, pero la pelea es por quién llevará la batuta. ¿Las tecnológicas? ¿Las editoriales? Estas últimas ya no niegan el impulso del libro electrónico, pero quieren imponer el ritmo, llevar la batuta. Unos hablan de revolución y otros de ampliación de horizontes. Por suerte nadie ha dicho aquí que las historias se mueren, eso sí sería el Apocalipsis. Tal vez el mercado cambie de actores, pero ese nunca fue un problema para el lector.

domingo, 10 de octubre de 2010

Frankfurt Book Fair congratulates Mario Vargas Llosa for the Nobel prize for literature


The 2010 winner of the Nobel prize for literature is fêted at the Fair by his publishers from all over the world
Mario Vargas Llosa
Only a few isolated voices had guessed that the Nobel prize for literature would go to a Latin American author. “I heartily congratulate Mario Vargas Llosa and am delighted for him about this award”, says Juergen Boos, director of the Frankfurt Book Fair.

There were big celebrations on the stand of Spanish publishing company Santillana (Hall 5.1, Stand D 975) - where Llosa’s work is published under the “Alfaguara” imprint. “The decision was a complete surprise for us. I am happy about it - a happiness multiplied by the ten years I've spent waiting for this decision”, says Juan Gonzalez Alvaro, Director Global Content at Santillana. Vargas Llosa's agent, Agencia Literaria Carman Balcells, is also at the Frankfurt Book Fair and joining in the celebrations.

The champagne corks were popping on the stands of Llosa's international publisehrs at the Book Fair too - such as French publishers Editions Gallimard (Hall 6.1 B 916), the USA publishing company Farrar, Straus & Giroux, or UK publishers Faber (Hall 8.0 H 933).

In 1976, when Latin America was the national guest at the Frankfurt Book Fair, Vargas Llosa opened the Book Fair. In 1980, literary agent Michi Strausfeld brought the Peruvian author to Suhrkamp Verlag (Hall 4.1 F 102); his title “Krieg am Ende der Welt” was published here in 1982. In the eighties, his work became known to a wider public. “Vargas Llosa is one of the greatest Latin American narrative writers who has brought his country Peru to life for us in all its many different facets. You can read your way into his novels and never want to find your way out again. Heartiest congratulations - a well-earned Nobel prize. Vargas Llosa was on the list for many years - and as always happens, in a year when there's less betting on Vargas Llosa, he gets the prize”, says Strausfeld.

Suhrkamp publisher Ulla Unseld-Berkewicz said: “I think it was time - and it is the right time, for Mario Vargas Llosa to win the Nobel prize. You can speak of a body of work in Llosa's case, although we still expect many more books from him. This work is the great, highly imaginative Latin American narrative. He writes exactly as he proclaims: literatura es fuego -

miércoles, 6 de octubre de 2010

Pentágono censura memorias de la guerra en Afganistán.

El Pentágono negocia la compra y destrucción de 10 mil copias de la primera edición de un libro sobre la guerra de Afganistán por sospechas crecientes de que contiene secretos de inteligencia.

Operation Dark Hart, de Anthony Shaffer, ex oficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), está en el centro de un debate acerca de su contenido, aprobado inicialmente para su publicación por los analistas del Pentágono.

Sin embargo, ahora la DIA identificó más de 200 presuntos pasajes que podrían contener información clasificada, según publicó ayer en su versión impresa el diario The New York Times.

De acuerdo con los censores de la Agencia el texto incluye relatos del ex militar sobre operaciones clandestinas, entre ellas escuchas secretas de la Agencia de Seguridad Nacional recopiladas durante su estancia la Base Aérea de Bagram, cerca de Kabul, en el 2003.

http://sociedad.temadictos.net/r/pentagono-prohibe-libro-operation-dark-hart

Comenta el Times que estas memorias sobre la guerra en suelo afgano ha dividido a los encuestados de seguridad militar y ha puesto de relieve la incertidumbre acerca de qué información constituye una amenaza genuina para el país.

Las disputas entre el gobierno y los ex funcionarios de inteligencia acerca de si sus libros revelan demasiado se han vuelto comunes, pero los veteranos de la industria editorial no recuerdan otro caso similar en el que se hayan tratado de deshacer de un libro que ya había sido impreso, amplía el periódico.

El material fue editado en enero y entonces se afirmó que no había objeciones, pero cuando la DIA vio el manuscrito en julio y se lo mostró a otras agencias de espionaje evaluaron la existencia de "pasajes sospechosos".

A partir de ese momento se desató una lucha por funcionarios del Departamento de Defensa para detener la distribución del libro, señala el medio de prensa.

La obra en disputa incluye, entre otros, los nombres de los oficiales de inteligencia estadounidense que sirvieron con Shaffer y sus cuentas de operaciones clandestinas, incluida las operaciones de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), dijo una fuente que pidió el anonimato, precisa el rotativo.

La controversia aumenta en torno a la administración de Barack Obama porque está tomando medidas enérgicas respecto a la revelación de información clasificada a los medios de comunicación, añade el reporte.

En junio el comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán, el general Stanley McChrystal, fue convocado a Washington para dar explicaciones sobre una entrevista que ofreció a la revista Rolling Stone.


McChrystal fue destituido por criticar en el artículo al presidente Obama y algunos de sus colaboradores sobre la estrategia de la Casa Blanca en territorio afgano.

En mayo el soldado Bradley Manning, analista de Inteligencia, fue detenido por el comando de Investigación Criminal del Ejército y recluido sin cargos durante más de un mes en una prisión militar en el Campamento Arifjan, en Kuwait.

Pero a principios de julio se le acusó de "transferencia de datos clasificados" y "comunicar, transmitir y entregar información de defensa nacional a una fuente no autorizada", presuntamente el sitio digital Wikileaks.