viernes, 19 de marzo de 2010

La biblioteca nacional almacena al año 300 TN de co2 en los libros

La BN [España] recibe cada año 240 toneladas de publicaciones que almacenan alrededor de 300 toneladas de CO2 entre las páginas de sus libros, grabados y colecciones, ya que el dióxido de carbono que almacenan los árboles permanece en los productos de papel que se fabrican posteriormente con ellos.Así lo explicó este miércoles el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), Florentino Nespereira, durante la presentación en Madrid de su estudio "Árbol Papel Planeta". El informe ha sido realizado por Aspapel y otras 10 organizaciones sectoriales representantes de impresores, editores de libros, empresas de marketing directo y el sector de la transformació n, como fabricantes de embalajes de cartón ondulado y de cartón estucado, de bolsas, sobres, carpetas o cuadernos. Entre otras cuestiones, el trabajo concluye que leer un periódico en papel "tiene menor impacto en el calentamiento global que 30 minutos de lectura de noticias en Internet", o que la sustitución de los embalajes de plástico reutilizables por embalajes de cartón ondulado "rebajaría las emisiones anuales de CO2 de España en 133.480 toneladas", tanto como si se retiraran de la circulación 78.518 automóviles. El sector de papel afirma también que las emisiones de sólo cinco "cheeseburgers" o un viaje en coche de 70 kilómetros equivalen a las emisiones asociadas al correo postal recibido anualmente por hogar, y que las plantaciones para papel de España almacenan 50 millones de toneladas de CO2. El impacto en el calentamiento global del uso en la enseñanza de libros de texto impresos en papel es casi diez veces menor que el uso de documentación electrónica, y sólo leyendo más de 33 "e-books" de 360 páginas cada uno esta opción "puede resultar preferible al papel desde el punto de vista de mitigación del cambio climático". CORREO POSTAL Y VIRTUALEn cuanto al correo, el estudio revela que el usuario medio de "e mail" en la oficina emite al año 131 kilos de CO2 equivalente, mientras que las emisiones asociadas al postal recibido anualmente per cápita suponen entre 13 y 26 kilos.Sólo el "spam" mundial genera al año tantas emisiones como las que produciría dar la vuelta al mundo en coche 1,6 millones de veces.En España, la madera con la que se hace el papel se planta y se cultiva en 430.000 hectáreas de plantaciones de pino y de eucalipto, que están "continuamente regenerándose y replantándose" . Así, por cada tonelada de papel que se fabrica se plantan y cultivan seis nuevos árboles. Estas 430.000 hectáreas de especies de crecimiento rápido, pino y eucalipto, almacenan 50 millones de toneladas de CO2 equivalente. "Las plantaciones forestales son claramente sumideros de CO2. Hacer papel no va contra el bosque, sino que los hace crecer", concluyó Nespereira. Aspapel asegura que éste es el material que más se recicla, con un ahorro de emisiones en vertedero de 4,5 millones de toneladas de CO2 al año.

Fuente:
http://ecodiario. eleconomista. es/index. html

De lo analógico a lo digital: Nuevas formas de enseñar y de aprender. Breve visión de las TIC en los centros escolares españoles

Miquel Àngel Prats i Fernández, Investigador responsable de Proyectos, Group of Investigation PSITIC of the University Ramon Llull of Barcelona

La educación y las nuevas tecnologías siempre plantean controversias. Más allá de la mera introducción de la tecnología de la información en los centros escolares, el debate fundamental gira en torno a buscar una forma de innovar nuestra metodología y transformar nuestra educación de modo que refleje el mundo que nos rodea.
Como veremos más adelante, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son una excelente manera de perseguir este cambio. En este artículo subrayamos los aspectos que, directa o indirectamente, afectan, influyen, facilitan y dificultan la transición de una escuela analógica a una digital.Partimos del principio que, en muchos casos, las escuelas españolas siguen trabajando con un paradigma analógico de la educación. Eso significa, entre otras muchas cosas, que los centros escolares no han podido liberarse de una estructura rígida: basan sus recursos educativos (demasiados libros de texto) en formas fijas de evaluación, usan muy pocos conocimientos globalizados y trabajan dentro de espacios de aprendizaje muy específicos (aulas). En las aulas españolas actuales el uso de las TIC es mínimo. Podríamos dar numerosos ejemplos de centros que siguen rigiéndose por una filosofía más propia del siglo XIX (industrial) que del siglo XXI (de la información), pero muchos autores –no en vano– ya han sostenido que actualmente tenemos escuelas del siglo XIX, profesores del siglo XX y estudiantes del siglo XXI.En la primera parte del artículo resumimos brevemente la relación entre la sociedad y la tecnología y, por consiguiente, identificamos algunos supuestos previos que nos permitirán entender mejor el contexto socioeducativo actual en relación con las TIC. En la segunda parte analizamos las distintas características que definen la fase de transición de la escuela analógica a la digital. Por último, concluimos con una serie de propuestas para conseguir que las escuelas digitales sean una realidad.

Fuente: http://www.elearningpapers.eu/index.php?page=doc&doc_id=15792&doclng=7&lng=es

Impulsan la libre circulación del libro

El miércoles 17 de marzo finalizó la Reunión Técnica del Mercosur Cultural que se llevó a cabo en la sede de la Secretaría de Cultura de la Nación, y contó con la presencia de representantes de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile y Venezuela.Luego de una revisión sobre la actualidad de las Industrias Culturales, los asistentes firmaron una declaración conjunta para impulsar la libre circulación del libro entre dichos países. El acuerdo se orienta hacia el impulso de una política sectorial común, la promoción de políticas públicas para la industria editorial, la realización de ferias del libro regionales, y la armonización del marco jurídico-administrat ivo para asegurar la protección de los derechos de autor, entre otras cuestiones.Además, se acordó profundizar el trabajo realizado por el Sistema de Información Cultural del Mercosur (Sicsur) en el relevamiento de la producción cultural, atendiendo a la necesidad de demostrar con datos estadísticos el potencial de las industrias culturales para las economías de la región.El Sicsur es un ámbito específico para la generación de datos válidos sobre la economía cultural de la región y de cada uno de los países integrantes. Se compone de diferentes secciones de relevamiento, medición y procesamiento de información: estadísticas culturales, mapa cultural, comercio exterior, legislación, documentos y publicaciones.

Fuente:
http://www.sicsur.org/

jueves, 4 de marzo de 2010

Comentarios de la situación de la bibliotecas en Chile


A raíz del terremoto y el tsunami en Concepción, varias bibliotecas quedaron destruidas, a continuación les invito a revisar la blog Doñihue Lee, donde apreciará comentarios e impresiones vividas por nuestros colegas chilenos

Las bibliotecas se vuelcan en Internet


Europa responde al proyecto de Google de digitalizar 15 millones de libros

A la gran fuente de conocimiento que es Internet le faltaba una gran parte de la sabiduría universal: la contenida en los libros. Google se ha propuesto paliar este déficit con Google Print, un proyecto para digitalizar 15 millones de libros de algunas de las más importantes bibliotecas del planeta, y ponerlos a disposición de los internautas. Su ambiciosa misión, "organizar la información del mundo", se ha topado esta vez con el recelo de la vieja Europa, expresado con mayor vehemencia desde Francia, que teme que el enorme poder de Google, unido al "criterio anglosajón" que aplicará al seleccionar las obras, amplíe el dominio de EEUU en el mundo digital en detrimento del patrimonio cultural europeo.

Autor: Por NACHO ROJO
Fecha de publicación: 16 de junio de 2005
Google Print
De entre los numerosos proyectos que ha puesto en marcha Google recientemente, hay uno que destaca por su gran envergadura: Google Print. El popular buscador ha llegado a un acuerdo con cinco grandes bibliotecas (las de las universidades de Michigan, Harvard, Stanford y Oxford, y la Biblioteca Pública de Nueva York) para digitalizar y ofrecer en Internet unos 15 millones de libros de aquí a 2015.


Desde print.google.com se pueden realizar búsquedas sobre el texto completo de las obras digitalizadas, aunque sólo es posible consultar íntegras aquellas que estén en el dominio público, esto es, las que ya no tengan derechos de autor. De los libros con copyright, Google Print ofrece información bibliográfica y fragmentos (en ocasiones sólo la frase o párrafo que contiene el texto buscado) como vía para venderlos a través de tiendas online como Amazon, Barnes&Noble.com o Booksense. También muestra los títulos cedidos por las editoriales, de los que se consulta la página donde aparece el texto solicitado y algunas páginas anteriores y subsiguientes.
Google Print no se limita a mostrar un 'pantallazo' de la página del libro que contiene el texto buscado (que aparece resaltado en color). Localizado el libro, se puede lo repetir la búsqueda o realizar una nueva dentro del mismo ejemplar, leer reseñas y críticas de la obra, encontrar información relacionada (por ejemplo, otras páginas web que mencionan el libro) con la edición y el editor, comprarlo online o situar una biblioteca donde esté disponible.


No se trata, según afirma Google, de facilitar la lectura en la Red de un libro de principio a fin, sino de ayudar a descubrir nuevos títulos: "es como ir a la librería y hojear, sólo que con el toque Google". Como indica en la declaración de intenciones de otros tantos proyectos, "la misión de Google es organizar la información del mundo", y en este caso se añade que "mucha de esa información no está todavía online", por lo que Google Print "aspira a poner el contenido de los libros donde se puede encontrar de forma más sencilla, en los resultados de búsqueda de Google". De hecho, el buscador genérico (google.com) ya coloca en la parte superior de la página de resultados un icono que muestra enlaces a libros.


Google prevé invertir alrededor de 150 millones de euros para completar el proyecto, todavía en fase beta (en pruebas), que seguramente tenga continuidad dentro o fuera del buscador: "La mayoría de los conocimientos del mundo se habrán digitalizado y estarán disponibles de aquí a dos décadas", según Michael A. Keller, de la Biblioteca de la Universidad de Stanford, centro donde estudiaron los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page.
Esta ambiciosa iniciativa, que de entrada suena como una gran herramienta para difuminar las fronteras del conocimiento y un magnífico servicio para la comunidad internauta, se ha recibido con cierto temor en algunos círculos culturales y políticos europeos. Que sea una empresa privada estadounidense, con afán de lucro, la encargada de 'expandir la cultura' según criterio propio es un desafío a Europa, como expresaba un artículo de Le Monde firmado por el director de la Biblioteca Nacional de Francia, Jean-Noël Jeanneney, quien muestra su recelo ante las intervenciones sobre el patrimonio cultural y ante el dominio de EEUU en el mundo digital. Europa pretende reaccionar para que no se amplíe la brecha entre la cultura europea y anglosajona, con mucha más presencia en Internet.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2005/06/16/142975.php

Internet nos haría más inteligentes, pero con menos concentración


Leticia Vindas

Las posibilidades de interconexión que tendrían los individuos en el año 2020 podrían incentivar el aumento de su inteligencia , al tener acceso a mayor conocimiento.
Sin embargo, entre tanta cantidad de información, la profundidad de lectura y el nivel de concentración podrían afectarse.
Un estudio del Pew Research Center y elaborada por Janna Quitney Anderson (Universidad de Elon) y Lee Rainie (Pew Internet & Live Project) reveló que de 895 expertos, el 78% concordó que en diez años la población conectada en el mundo mediante Internet podrá tomar mejores decisiones y aumentar su intelecto.
Sin embargo, un 18% apoya un estudio anterior de Nicholas Carr llamado “¿Nos hace Google más estúpidos?”, donde indica que el intenso uso de la web altera el coeficiente intelectual y la concentración de los usuarios.
La premisa coincide con un estudio de la University College of London, publicado días atrás , donde se afirmó que la característica de “no linealidad” de la red ha hecho que la población, principalmente la joven, padezca de problemas en su concentración.
En cualquiera de las dos posturas, los expertos apoyan que los métodos de búsqueda en Internet cambiarán las capacidades cognitivas de los usuarios.
“No tendremos que recordar mucha información, pero tendremos que pensar mejor y tener habilidades más críticas”, destacó el estudio.

Mercadeo Editorial en el año 2010: ¿Quo Vadis?

Por: Jorge Alfonso Sierra Q.
Visto desde fuera, el marketing editorial parece algo compacto ya que, siendo el libro un único producto, no deberían existir mayores complicaciones para su distribución y comercialización.
Pero sucede que no.
El libro es un elemento tan complejo en su misma conformación y contenido, que entre unos y otros
-dependiendo del área del conocimiento que abarquen o los fines que persigan– existen tantas diferencias como las que observamos entre distintos medios de transporte de pasajeros, digamos, entre el avión y el resto de los vehículos.
Cuando en el mundo editorial estas no tan sutiles diferencias las ignoramos, empezamos a dar tropezones, a confundirnos y a ver que los lectores, investigadores o estudiantes –esos clientes que pretendemos- son tan inasibles como peces en el agua; o tan invisibles como un unicornio azul.
En el imaginario colectivo –y mucho entre la colectividad más afín al libro como los promotores de lectura, los docentes y hasta los lectores consuetudinarios– se cree que el mundo editorial se mueve en su gran mayoría en la literatura y, por ende, en las librerías. La sorpresa surge cuando se sabe que si de números se trata, de lejos existen otros ámbitos del libro que facturan muchísimo más en dinero o abarcan a públicos mayores.
Sin hablar de muestras ni de botones, existe por ejemplo el mundo del libro de texto, que inicia desde preescolar, pasa por primaria, secundaria y llega a la Universidad. Por ahí se cuelan sigilosos el libro técnico y el de ampliación del conocimiento. Y este es un mundo tan descomunal en obras impresas y adquiridas, que las cifras en millones de dólares por regiones, superan los 3 dígitos.
Si se le sigue la huella a ese libro de texto, llegamos al de actualización, que es el dirigido a profesionales y técnicos de todas las áreas. Y allí predominan, de lejos, los libros orientados a abogados, contadores, médicos, administradores de empresas, economistas y gerentes. Siendo un poco más perspicaces, notamos que muchos libros que bailotean entre “autoayuda y dirección” se mueven en estos segmentos de mercado. Casos como “Quién se ha llevado mi queso”, todas las obras de Steven Covey y hasta las del ya legendario Og Mandino, son prototípicas de este modelo de obras.
No incluimos aquí los libros dirigidos a maestros que, como el caso de España y Colombia, con Cooperativa Editorial Magisterio, se ha demostrado ser un segmento de mercado sumamente atractivo y necesitado de obras que les aporten y les den, aparte de un reconocimiento implícito a su labor, nuevas visiones y perspectivas. Igualmente hay una editorial argentina que se ha dedicado a publicar libros especializados exclusivamente para el gremio de los bibliotecarios.
Para cada una de este tipo de obras se esgrimen y aplican diferentes tácticas y estrategias buscando que su comercialización arroje los resultados esperados.
Veamos por último –y sin que esto quiera decir que se agota aquí el análisis– al que fuera hasta hace pocos días el eslabón más productivo y rentable, desde el punto de vista económico, del mundo editorial: las enciclopedias.
Vendidas con el sistema conocido como “puerta a puerta”, “placismo” o “cambaceo”, se ha venido desmoronando, poco a poco, hasta llegar al día de hoy a tener todos los semáforos en rojo.
En efecto, desde la explosión del Internet en todos los ámbitos de la sociedad –más o menos hacia finales del año 2000– y luego del advenimiento de Wikipedia y su agigantado posicionamiento como “la enciclopedia a consultar”, sin olvidarnos ni un ápice de Google y de Webs como “El rincón del vago” y “Magister”, la venta de Enciclopedias y su negocio como tal, si no modifica drásticamente su modus operandi que hasta ayer le dio tan buenos resultados a sus editores y comercializadores, tienen sus días no solo contados, sino contadísimos.
¿Qué existe entonces en el fondo de todo esto? El que cada libro es un ancho mundo aparte, que merece y necesita mecanismos de difusión novedosos y disímiles, y que estaremos perdidos, muy perdidos, si seguimos dando pábulo a la idea de que leer es solo leer literatura, y que solamente el sistema de venta de Enciclopedias es que el tiende a quedar ya como un vago recuerdo.
Por ahí asoman sus dientes, filosos y brillantes, el Kindle, el Sony Readers, el iPod de Apple, así como los trabajos que ya realizan Dell Computer y Google por diseñar y comercializar sus propios lectores de libros electrónicos. Un disparo de “misil teledirigido” directo al mundo del libro de la literatura, aunque muchos aún, como pasó con los editores de Enciclopedias en el reciente pasado, no lo quieran ver ni admitir.
Un análisis que haremos en nuestro próximo boletín.
Por ahora invocamos al viejo Diógenes, para que con su lámpara nos ayude a encontrar el camino en estos días aún de sol para el mundo editorial.
Comentarios a este artículo: jasierra@mercadeoeditorial.com