domingo, 10 de mayo de 2009

La web se pone inteligente



¿Cómo era el clima en Buenos Aires el día en que mataron a Kennedy? ¿Cuándo es el próximo eclipse solar en Chicago? La nueva herramienta superará a Google: contestará preguntas como si fuera una persona. El Wolfram Alpha promete ser la nueva estrella.
Por Andrew Johnson *
La mayor revolución generacional de Internet será revelada este mes con el lanzamiento de un software que “comprenderá” las preguntas y dará respuestas a medida, con una especificidad nunca antes vista en la red. El nuevo sistema Wolfram Alpha, que fue presentado en la Universidad de Harvard en Estados Unidos la semana pasada, da el primer paso hacia lo que muchos consideran como el cáliz sagrado de Internet: una base global de información que entiende y responde al lenguaje común de la misma manera que lo hace una persona. Aunque el sistema es aún nuevo, ya produjo una reacción masiva y una notoria excitación entre analistas de tecnología y observadores de Internet.
Los expertos en computación creen que la nueva herramienta de búsqueda será un salto evolutivo en el desarrollo de la web. El especialista Nova Spivack señaló que Wolfram Alpha probó ser tan importante como Google. “Es realmente impresionante, significativo”, escribió. “De hecho, puede ser tan importante para la red (y para el mundo) como Google, pero por una razón diferente”. Tom Simpson, del blog convergenceofeveryt hing.com, dijo: “¿Cuáles son las mayores implicancias, exactamente? ¿Un nuevo paradigma para el uso de computadoras y la red? Probablemente. ¿Una inteligencia artificial emergente, un paso hacia una Internet autoorganizada? Posiblemente. Lo que creo es que será grande”. Wolfram Alpha no sólo dará la respuesta a preguntas cómo “¿Cuánto mide el Monte Everest?”, también producirá una página con información relacionada –y con fuentes apropiadas– como la ubicación geográfica, pueblos cercanos y otras montañas, con gráficos y esquemas.

La verdadera innovación, de todos modos, reside en su habilidad para resolver las cosas “al vuelo”, según explica su inventor, Stephen Wolfram. Si se le pide comparar la altura del Everest con el largo del puente Golden Gate, lo hará. Si se le pregunta cómo era el clima en Buenos Aires el día que John F. Kennedy fue asesinado, cruzará los datos y dará la respuesta. Si se le pregunta por el Re Mayor, ejecutará la escala completa. Si uno quiere saber cuándo será el próximo eclipse solar en Chicago, o la exacta posición actual de la Estación Espacial Internacional, lo hará.

Wolfram, un físico premiado que reside en Estados Unidos, agrega que la información es “curada”, lo que quiere decir que es chequeada primero por expertos. Esto significa eliminar los temores habituales con respecto a sitios como Wikipedia, donde las dudas sobre la información surgen a partir del hecho de que cualquiera puede contribuir. Wolfram basó su sistema en su software Mathematica, ya una herramienta común para científicos, ingenieros y académicos que procesa operaciones complejas. “Quise hacer computable el conocimiento que nuestra civilización ha acumulado”, dice. “No estaba seguro de que fuera posible... estoy un poquito sorprendido de que haya resultado tan bien.” Wolfram, de 49 años, quien fue educado en Eton y completó su doctorado en Física de partículas a los 20, agrega que el lanzamiento del Wolfram Alpha, a fines de este mes, será solo el comienzo del proyecto. “Entenderá de lo que le estás hablando, y solo estamos en el comienzo: si fuera una biblioteca típica, podría decirse que tenemos un razonable 90 por ciento de las estanterías cubiertas.”

La herramienta, que será de uso gratuito, trabaja recopilando el conocimiento en Internet y bases de datos privadas. Wolfram dice que serán necesarias unas mil personas para mantener las bases de datos actualizadas con los últimos descubrimientos e información. También agrega que no buscará compilar información de la gente común, aunque está al tanto de que otros quizá usen la tecnología para eso. Wolfram Alpha fue diseñado teniendo en mente a profesionales y académicos, con lo que su relación con la cultura popular es, por el momento, comparativamente pobre. El término “50 Cent”, por ejemplo, causó “absoluto horror” en los tests, porque confundía una discusión sobre el dinero con el artista rapero. Sólo por esa razón no significa una amenaza inmediata para Google, que está trabajando en un tipo similar de motor de búsqueda, cuya primera versión fue lanzada la semana pasada.

“Tenemos cierto monto de información sobre cultura popular”, dice Wolfram. “En cierto sentido, la información de cultura popular es superficialmente computable, con lo que podemos encontrar quién está relacionado con quién y cuán alta es una persona. Pero espero que tengamos un montón de información en ese campo. Hay horrores lingüísticos porque si ponés libros y música, un montón de nombres chocan con otros conceptos.” El físico agrega que una ayuda posible podría ser el uso el índice de popularidad de Wikipedia para decidir qué es lo que puede interesar a los usuarios.

Con Google convertida en una de las marcas principales a nivel mundial, valuada en 100 billones, Wolfram Alpha posee el potencial de convertirse en uno de los grandes nombres del planeta. De cualquier modo, Wolfram no ve obstáculos en trabajar tanto con Google como con Wikipedia. “Estamos trabajando para asociarnos con todas las organizaciones posibles que tengan sentido”, dice. “La búsqueda, la narrativa, las noticias, son complementarias con lo que tenemos. La esperanza es que haya algunas grandes sinergias.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.


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