Hoy por hoy ya no es necesario renunciar a las ventajas del uso conceptual del soporte papel para manejar la información digitalizada. El documento electrónico es muy importante en el proceso modernizador. Urge adoptar medidas para que el papel no suponga un obstáculo en la oficina judicial. La delicada situación de la Administración de Justicia y la necesidad de modernizar las herramientas que utiliza para el desempeño de su misión constitucional, nos animan a esta reflexión, en la que trataremos de despejar el panorama que hoy ocupan las enormes pilas de legajos que invaden las oficinas judiciales. Muchos años han transcurrido desde la promulgación de la Ley 30/1992 del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, que animaba a las Administraciones Públicas a impulsar el empleo y aplicación de las técnicas y medios electrónicos, informáticos y telemáticos, para el desarrollo de su actividad y el ejercicio de sus competencias.
Este tema revolucionará la administración judicial en todos los países, ante ello hay que estar preparados para esta nueva gesta. Que no nos agarre desprevenidos.
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