Nueva York.- Quizá sea hora de que saques del cajón el viejo carné de la biblioteca. Con la esperanza de recuperar lectores, las bibliotecas estadounidenses han aumentando enormemente su lista de libros, música y películas digitales que pueden ser descargadas a una computadora o reproductor de MP3 y no cuesta un céntimo, a diferencia de con el iTunes de Apple o de Amazon.com.
En Phoenix, por ejemplo, varias filiales se han asociado para crear una biblioteca digital que tiene unos 50.000 títulos de libros electrónicos, audiolibros, música y vídeos a los que se puede acceder desde cualquier sitio.
Una vez descubierto, el programa suele resultar tremendamente popular, dice Tom Gemberling, bibliotecario de recursos electrónicos de la Biblioteca Pública de Phoenix.
Disponible en miles de bibliotecas en todo el país, con un carné de la biblioteca se accede a internet y algún programa fácilmente descargable, como Adobe Digital Editions, Mobipocket Reader o OverDrive Media Console.
Entonces ya se puede navegar por la web de la biblioteca, elegir los títulos que interesen, añadirlos a una cesta digital y dar al botón de descarga.
Si lo que te interesa está reservado, se queda en espera hasta la próxima vez. Según la biblioteca y el título, lo seleccionado puede permanecer en la computadora del usuario entre una y tres semanas antes de desaparecer, lo que supone que no hay que preocuparse con devolver el libro, CD o DVD a la biblioteca real. “Todo el mundo con el que hablamos dice: '!Guau! ¿Hacen eso? Es como un secreto atractivo, pero claro, no queremos mantenerlo en secreto”, dijo David Burleigh, director de marketing de OverDrive, una de las principales distribuidoras de las bibliotecas.
La firma tiene acuerdos con editoriales como HarperCollins y Random House, y discográficas como Alligator Records. “A la gente le gusta la portabilidad”, aseguró Jim McCluskey, gestor asistente del desarrollo de colecciones de las bibliotecas Sno-Isle del estado de Washington, que pronto va a ofrecer descargas compatibles con el iPod.
“Además muchas de nuestras bibliotecas están atiborradas”, destacó. “Este tipo de material no ocupa sitio y está disponible las 24 horas de los siete días de la semana, lo cual es muy atractivo para las bibliotecas”, dijo McCluskey. (Reuters)
http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/08/08/noticia_0011.html
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